Disponibilidad de nutrientes en suelo en bajo un escenario de cambio global en un ecosistema de montana mediterranea

Abstract

La disponibilidad de nutrientes, especialmente nitrógeno y fósforo, constituye uno de los principales factores que limitan el crecimiento vegetal. La asimilación de nutrientes por la planta requiere del paso previo de la mineralización de la materia orgánica por parte de los descomponedores. En ecosistemas mediterráneos, las variaciones espaciales y temporales en la disponibilidad de nutrientes son altas y están ligadas a la heterogeneidad de la vegetación y la disponibilidad de humedad. Así, la reducción del 30% de la precipitación de primavera y verano prevista para las próximas décadas en las regiones mediterráneas podría alterar tanto la tasa de mineralización como la disponibilidad de nutrientes. Por otro lado, en los ecosistemas mediterráneos, los veranos lluviosos aparecen con una baja frecuencia y a intervalos de tiempo irregulares, pero pueden suponer un importante pulso de mineralización y un elevado aporte de nutrientes al medio. En tres de los principales hábitats mediterráneos (pastizal, bajo matorral, y bajo dosel arbóreo), se tomaron muestras de suelo a dos profundidades (0-8 y 8-16 cm) en parcelas experimentales en las que se simularon tres condiciones ambientales contrastadas: veranos más secos, condiciones climáticas actuales, y veranos tormentosos. Los muestreos se repitieron durante el verano de dos años consecutivos con objeto de captar tanto la variabilidad espacial como la variabilidad temporal en los ciclos de nutrientes, analizándose la cantidad de nutrientes libres en suelo y retenidos por microorganismos (nitrógeno y fósforo). Los resultados obtenidos muestran una mayor cantidad de nutrientes en suelo en la zona más superficial que en la más profunda, así como en los escenarios de veranos secos que en los veranos húmedos. Bajo un escenario de veranos más húmedos, se incrementó además la concentración de nutrientes retenidos por microorganismos. Estos datos pueden ayudar a una mejor comprensión de las interacciones suelo-planta-microorganismo y sus posibles cambios bajo un escenario de cambio global.